Mi objetivo inicial era reflexionar sobre la tortura como un Programa que es ejecutado sistemáticamente por el aparato de la historia. Nosotros somos las variables dentro de este programa estructurado básicamente sobre tres funciones: víctimas, victimarios y cómplices en diferentes grados. Si descreemos de la existencia de Dios y pensamos que el hombre es simplemente producto de su coyuntura, podríamos entonces concebir que nos ha caído en suerte ocupar una u otra función dentro del Software. El objetivo pretencioso de este Programa consiste en realizar un mapeo de la conciencia, al menos de las capas de la conciencia donde se configura la voluntad política de los individuos. Desde esta perspectiva podríamos definir la tortura (entendida en su acepción medieval) como uno de los primeros métodos empíricos para estudiar la voluntad: ¿qué ocurre con ella en determinadas condiciones? ¿Se curva a ciertas intensidades? Torturadores, torturados y testigos presenciales son funcionarios del programa. Los usuarios están en el exterior: es a la periferia del sistema operativo a quien el programa presta sus servicios. Recordemos el comentario del Coronel Mathieu (1) para explicar a los periodistas europeos que el método de la tortura había sido tácitamente aceptado por todos los franceses biempensantes: “¿Debe Francia permanecer en Argelia? Si la respuesta es si, ustedes deben aceptar lo que ello implica”.(2) Buscando formas para plasmar mi idea inicial imaginé una escena interminable, que se regenerase permanentemente adoptando fisonomías diversas pero conservando siempre su significado original. Comencé a revisar antiguos films que trataban el tema, y para mi sorpresa descubrí exactamente aquello que buscaba en la secuencia del tormento de La Pasión de Juana de Arco. La escena estánarrada predominantemente en planos cercanos. Las imágenes se suceden rítmicamente, guiadas por el tiempo interno de los personajes y desobedeciendo por momentos las clásicas leyes de continuidad (correlación de movimientos, proporciones del cuadro, eje de miradas). Analizando el orden de las imágenes observé que la escena constituye un extraño palíndromo: cambiando la posición de los planos la nueva secuencia mantiene el significado inicial. Me propuse fragmentar el acto del tormento en sus 67 tomas originales y rearticularlas a través de una fórmula matemática:
PN=N!
Por lo cual el número de permutaciones es igual a 67 x 66 x 65 x 64 x 63… En los comienzos del cálculo superamos el millón de variantes (exactamente 1.158.917.760). De esta manera la secuencia evoluciona sin pausa, en ordenación formal y agotando paulatinamente todas las permutaciones posibles – todas las formas posibles del tormento. Termino esta serie de digresiones parafraseando un texto de Arlt que podría identificarse con la misma fórmula matemática que mencioné anteriormente: “Se me ocurre que no hay nadie que durante su vida, en el plazo de un minuto, no haya querido ser Napoleón… pero todo el mundo sólo ha querido ser Napoleón o Lenin durante un minuto de voluntad… calcule usted, el término medio de la vida humana es sesenta años… recién a los veinticinco se comienza a vivir… quedarían treinta y cinco años por delante… cada año tiene cuatrocientos dieciocho mil cuatrocientos minutos… (5) calcule usted un deseo golpeando en todas las posibilidades durante cuatrocientos dieciocho mil cuatrocientos minutos, multiplicados por treinta o treinta y cinco años. (…) Somos honrados por debilidad“.(6)
Iván Marino
(1) Escena de la película de Gillo Pontecorvo, La Batalla de Argelia, 1966 (ref. time 01h. 31’)
(2) Considerando que los militares sudamericanos aprendieron del modelo galo, me permito una digresión: si Mathieu fuese argentino y Argelia la Pampa, ¿cuál habría sido la pregunta del coronel? ¿Si Kirchner fuese Mathieu, cuál sería hoy en día la respuesta tácita del pueblo argentino a esa pregunta que no sabemos?
(3) C. T. Dreyer, La Passion de Jeanne d’Arc, 1928.
(4) La secuencia evoluciona de la siguiente manera (ej- reducido a 3 de 67 cifras):
Permutación (1) : [0,1,2]
Permutación (2) : [0,2,1]
Permutación (3) : [1,0,2]
Permutación (4) : [1,2,0]
Permutación (5) : [2,0,1]
Permutación (6) : [2,1,0]
(5) Fe de erratas: 525.600 minutos
(6) Arlt, Roberto. Los lanzallamas. Pg. 357. Biblioteca del Sur – Ed. Planeta, Argentina 1991.
Pn=n! was first conceived for analyzing torture as a Program which is executed systematically by the mechanism of history and which is basically structured on three functions: victims, victimizers and accomplices in various degrees. If we deny the existence of God and think that men are simply a product of its situation, we could believe that we just got assigned this or that function within a Software program. The ambitious aim of this Program is to map the conscience, at least those layers of the conscience where the political will of individuals is configured. From this perspective we could define torture (understood in its medieval sense) as one of the first empirical methods aimed at studying the will: What happens to it under certain circumstances? Does it bend under certain intensities? Torturers, tortured and eye witnesses are functions within the program. Users are external: the program serves those who are in the periphery of the operative system. Let’s quote the comment by Colonel Mathieu (1) to explain the European journalists that the torture method had been tacitly accepted by the well-intentioned French: “Must France stay in Algeria? If Giving practice THEN your answer is yes, then you must accept what that implies”.(2)
When thinking about how to express the main idea I imagined a scene that regenerated itself permanently, adopting various appearances but always maintaining its original meaning. I started reviewing old films dealing with the subject, and to my surprise I found exactly what I was looking for in the sequence of the torment in The Passion of Joan of Arc(3). The scene is predominantly narrated through close shots. The images follow one another rhythmically, guided by the character’s inner pace and at times contradicting the classical rules of continuity (movement correlation, frame proportions, eyeline match.) Analyzing the order of the images I observed that the scene constitutes a rare palindrome: upon interchanging the position of the shots the new sequence maintains its original meaning. I set out to fragment the torment act into its 67 original shots and rearticulate them through a mathematical formula:(4)
PN=N!
With which the number of permutations equals 67 x 66 x 65 x 64 x 63… at the beginning of the calculation we have over one million variants (1,158,917,760 to be exact). In this manner the sequence evolves steadily, in a formal order and slowly running out of possible permutations – all the possible shapes of a torment. I end these digressions by paraphrasing a text by the Argentinean writer Roberto Arlt, which could relate to the same mathematical formula I mentioned before: “I guess that there is no one who over his or her life, in a minute’s time, did not want to be Napoleon… but everybody has wanted to be Napoleon or Lenin for a minute of will… make your numbers, human life expectancy is, in average, sixty years… only at age twenty-five you start living… you would have thirty-five years left… each year has four hundred and eighteen thousand four hundred minutes … (5) about a wish hitting on every possibility for four hundred and eighteen thousand four hundred minutes, times thirty or thirty-five years. (…) We are honest out of weakness“(6)
Iván Marino
(1) Scene in the film by Gillo Pontecorvo, The Battle of Algiers, 1966 (ref. time 01h. 31’)
(2) Taking into account that South American military men learnt from the French model, I allow myself a digression:Should Mathieu have been Argentinean and Algiers the Pampas, what would the colonel have asked?Should Kirchner happen to be Mathieu, what would be the tacit answer of Argentineans to that question that we don’t know?
(3) C. T. Dreyer, La Passion de Jeanne d’Arc, 1928.
(4) Mallarmé, Saporta, Queneau, the concrete poetry & Stockhausen (KlavierstuckXI), Pierre Boulez (Troisième Sonate), among others, did that in literature and music respectively. Haroldo de Campos deals with this issue in “Art in the horizon of probability” – Brazilian Magazine on Culture, Ed. Embassy of Madrid in Spain – page 63.
(5)Errata: 525,600 minutes